ORÍGENES

 

La IEF se fundó en 1967 a raíz de terminado el Concilio Vaticano II (1962 – 1965). Miembros que procedían predominantemente de las iglesias: Antigua Católica, Anglicana y Evangélica Luterana, a los que se sumaron algunos Ortodoxos, Reformados, y desde 1966 Católico Romanos decidieron constituirse como la IEF una Amistad Ecuménica Internacional en la conferencia de Friburg (Suiza).

 

La carismática personalidad de uno de sus miembros fundadores Flora Glendon Hill, inspiró la Declaración de Friburg, la cual ha permanecido en el corazón de la IEF: “Por la oración, el estudio y la acción, la Amistad Ecuménica Internacional busca servir al movimiento para la unidad visible de la Iglesia según la voluntad expresada por Jesucristo, por los medios que Él quiera.”

Ella resumió la visión de la IEF de compartir el culto, discipulado y comunión en las siguientes palabras: “Servir la voluntad de Dios y unir al pueblo de Dios; escuchando la palabra de Dios, proclamando la alabanza a Dios y partiendo el Pan de Dios”.

El crecimiento de la IEF condujo a la creación de cuerpos nacionales, llamados Regiones. Los miembros fundadores fueron: Gran Bretaña, España, Holanda y los Estados Unidos de América.